Moldeo por inyección a baja presión de suspensiones cerámicas

El moldeo por inyección ha recibido una importante atención para la manufactura  de piezas de formas complejas y precisas que no se podrían obtener por otros métodos.  Sin embargo, esta técnica implica el uso de vehículos de transporte polimé¬ricos que llevan asociados una serie de problemas que limitan su aplicación, como son la elevada  temperatura de trabajo (120º-200º C), la compleja y costosa maquinaria, la alta presión  de inyección (7–150 MPa),  el rápido desgaste de los moldes, los largos  ciclos necesarios para la eliminación del material orgánico,  etc. Estas características son las res¬ponsables del escaso auge industrial de este proceso,  quedando solo al alcance de las grandes corporaciones. Una alternativa satisfactoria para reducir  los costos y la complejidad del proceso  es la Inyección a Baja Presión. Recientemente se ha comprobado la posibilidad de emplear esta  técnica haciendo uso de suspensiones acuosas, lo que facilita enormemente la manipulación, simplifica la maquinaria y abarata significativamente los costos. Esta técnica permite reducir  el contenido de material polimérico hasta un 2-3 % vol., respecto  al 20–50 % vol., típicamente usado en la técnica de alta presión,  de manera que no se requiere  un tratamiento especial para su eliminación, disminuyendo considerablemente el nivel de rechazos. En este trabajo se describen las ventajas y limitaciones del proceso  de moldeo por inyección a baja presión  (LPIM) en agua y se analizan los parámetros críticos, como  son las propiedades reológicas de la suspensión a la temperatura  de inyección y la influencia del aditivo gelificante, para la obtención de piezas de Al2O3.

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