Las EnseÑAnzas Sobre Vidrio En EspaÑA: Una Antigua Asignatura Pendiente


El auge y el desarrollo que han adquirido en los últimos años la ciencia y la tecnología de los materiales han generado una demanda de profesionales de alta cualificación en este campo. Ante esta situación ha vuelto a hacerse patente la necesidad, que viene dejándose sentir en España desde hace mucho tiempo, de contar con una enseñanza institucionalizada que cubra todo el panorama docente de la ciencia de los materiales desde el nivel profesional hasta el universitario de tercer ciclo. Esta carencia formativa resulta especialmente sensible dentro del área del vidrio que, a pesar de su larga tradición histórica —o quizás precisamente por ello (porque su evolución ha estado marcada por un acusado carácter empírico y artesanal)— ha sido injustamente olvidada. Las razones que avalan la implantación de un determinado tipo de enseñanza están sometidas a una serie de condicionamientos concretos, claramente definidos, como son la importancia y entidad de su contenido doctrinal, el interés que justifique la difusión de tales conocimientos, su incidencia en el ámbito científico y académico, su repercusión en la economía de los sectores productivos y los resulta-dos de las experiencias afines realizadas en otros países.
Todas estas condiciones se cumplen satisfactoriamente en el caso del vidrio. Atendiendo a los primeros aspectos enunciados, hoy nadie puede poner en duda ni el insustituible papel que a lo largo de los siglos ha venido desempeñando el vidrio por sus innumerables aplicaciones técnicas, ni su entidad propia como material, cuya naturaleza y particulares características han hecho de su estudio una especialidad bien definida. El conjunto de conocimientos que se tienen sobre el vidrio constituye un verdadero cuerpo de doctrina, que puede y debe ordenarse de forma sistemática dentro de un amplio espectro a distintos niveles de especialización que comprendan desde los más elementales procedimientos de fabricación artesanal hasta la más sofisticada tecnología y desde la más depurada creatividad artística hasta la más rigurosa concepción científica.
Toda la importancia técnica del vidrio y todo su interés científico quedarían reducidos a un plano estrictamente acadénü-co, si no existiera un importante sector industrial directamente utilizador y, como tal, beneficiario de esos conocimientos. Sin una industria vidriera que fuera la destinataria directa de las promociones de especialistas vidrieros, los argumentos en favor de la institucionahzación de enseñanzas vidrieras en nuestro país se verían considerablemente debilitados. La moderna industria del vidrio, debido a sus especiales características tecnológicas, requiere un grado de especialización profesional cada vez más elevado para poder mantener su competitividad. En España la peculiar estructura de este sector, caracterizado por la presencia de pode-rosos grupos multinacionales en acusado contraste con el gran número de pequeñas empresas dispersas, hace que los intereses en el plano educativo sean muy diferentes. La heterogeneidad de sus líneas de fabricación y su desigual grado de tecnificación requieren planteamientos didácticos distintos. Esta situación haría por lo tanto insuficiente la instauración de un único tipo de enseñanzas vidrieras. Lo que sí es común a todas ellas es la necesidad de una formación especializada que ha sido reiterada-mente manifestada en diferentes formas y en distintos ámbitos por voces que hasta ahora han clamado en el desierto.
Los cursos de tercer ciclo que, a falta de una enseñanza universitaria institucionalizada, se han organizado en algunas facultades españolas para tratar de cubrir el vacío existente, han representado un esfuerzo meritorio pero insuficiente para la formación vidriera integral requerida por la industria.
El otro nivel de enseñanza, que con urgencia todavía más apremiante reclama nuestra industria vidriera, es el de la formación profesional. De su pronta implantación depende la supervivencia en España de la artesanía vidriera, uno de los sectores de más arraigada tradición en nuestro país, que se encuentra hoy en una situación crítica, en peligro de extinción total. Algunos de los enclaves vidrieros repartidos por nuestra geografía nacional, que alcanzaron gran prestigio en épocas no lejanas, son hoy sólo un nostálgico recuerdo de esplendores pasados.
En la zona de Levante y en Cataluña aún subsisten varias fábricas, si bien muchas de ellas en precaria situación económica. La muerte de estas fábricas y la desaparición de sus artesanos sin beneficiarios de su herencia artística y de sus conocimientos constituyen una pérdida irrecuperable de un patrimonio cultural, de una tradición y de una importante fuente de riqueza.
Como otro importante punto de apoyo a la implantación de enseñanzas sobre vidrio en España debe considerarse la atención que se le viene prestando a esta especialidad en otros países. De acuerdo con los criterios hasta aquí expuestos estas enseñanzas se vienen ya impartiendo en esos países dentro de los dos niveles propugnados: el nivel superior y el de formación profesional o artesanal. En general predominan numéricamente las actividades docentes consagradas al primer nivel. Dentro de éstas hay que destacar el conjunto de disciplinas que integran carreras universitarias que proporcionan una titulación académica en la especialidad de vidrio. Este tipo de estudios se incluye normalmente dentro del campo de la ciencia de los materiales que en los últimos veinticinco años se han implantado en muchos países y ha adquirido gran auge tanto en su vertiente docente como investigadora.
En cuanto a la enseñanza profesional en otros países, existe una gran variedad de centros con diversas orientaciones que cubren numerosas especialidades, como la del soplado y trabajo del vidrio en caliente, la de decoración en frío, la de construcción de vidrieras artísticas, acristalamiento de edificios, soplado de vidrio científico, etc.
La planificación de las enseñanzas sobre vidrio en España debe aspirar a cubrir en el futuro todos los grados de especialización que demandan las industrias: superior, medio y profesional (incluyéndose dentro de éste la formación artesanal y artística); aunque en una primera etapa habría que implantar prioritariamente una enseñanza universitaria y crear con la mayor urgencia una escuela de formación profesional vidriera.
La programación de las enseñanzas universitarias debería ajustarse a los modelos que ya han acreditado su validez en otros países bajo el enfoque general de la ciencia de materiales. Si bien no debe abandonarse la idea de contar con una Facultad de Ciencia de Materiales, podría bastar inicialmente con la creación de Departamentos Universitarios dedicados a materiales inorgánicos no metálicos, en los que se desarrollaran las enseñanzas en ese campo como una especialidad más de las Facultades de Ciencias, donde sin duda tienen mejor cabida por la gran afinidad con otras de sus disciplinas académicas.
En lo que a las enseñanzas profesionales se refiere, parecería aconsejable que las escuelas que se crearan y el nivel de especialización que proporcionaran se encuadraran dentro de los planes vigentes de enseñanza profesional de segundo grado, adaptándose a las normas educativas generales que rigen para otras áreas de especialización.
La decisión final de implantar en España estas enseñanzas compete a los correspondientes órganos de las administraciones central y autonómicas, pero las empresas industriales y sus asociaciones deben poner en juego todos sus recursos de persuasión para propiciarla. Su futuro y en muchos casos su propia supervivencia están en juego.
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