La Industria CerÁMica EspaÑOla, En La Encrucijada


La celebración del VIII Congreso de la European Ceramic Society en Estambul, a finales del pasado mes de Junio, ha
constituido una magnífica ocasión para reflexionar sobre las circunstancias por las que atraviesa la industria cerámica
europea.
En primer lugar se constata el desplazamiento de la actividad industrial hacia el Sur de Europa; la mejor confirmación de esa tendencia se ha reflejado en el propio desarrollo del congreso, en que Turquía ha demostrado una excelente capacidad organizadora junto a una gran exhibición de su nivel industrial y de investigación en el campo de los materiales cerámicos. También se ha puesto de manifiesto la confirmación del liderazgo de Italia y España en la producción y tecnología, así como en las iniciativas tendentes a relanzar el mundo asociativo en el sector cerámico. Un buen ejemplo de esta realidad lo constituyen las iniciativas surgidas en torno a la European Ceramic Society ECERS como son, los nuevos estatutos, la incorporación de nuevos países miembros y el lanzamiento del Bulletin para estrechar los lazos entre las 25 sociedades nacionales con más de 7.000 miembros.
Otra evidencia clara y de gran transcendencia para el futuro sector, es que la producción cerámica se va desplazando, de forma inexorable, hacia nuevas áreas geográficas con mayor crecimiento demográfico, menores costes laborales, energéticos y disponibilidad de materias primas
El debate sobre la creciente competencia de la producción China ha surcado todo el Congreso. La realidad es que hoy, con datos estadísticos más fiables, China produce más de 2.300 millones de metros cuadrados de pavimentos, lo que supone una cuota mundial del 36%, mientras que Italia y España se mantienen con producciones casi gemelas, en torno a los 650 millones de metros cuadrados y un 11% del comercio mundial para cada uno de los dos países. Que la situación de preocupación ha llegado al sector se deduce de muy diversos informes. Así por ejemplo en un reciente Estudio sobre el Sector del Azulejo (1997-2001), elaborado por la pretigiosa consultora KPMG, en base a datos del propio sector se concluye que: “Queremos resaltar nuestra convicción sobre la necesidad de realizar una reflexión seria sobre el sector, distinguiendo cuales deben ser las estrategias que marquen la dirección en que el sector debe moverse para afrontar nuevos retos, como la competencia China, seguir creciendo y, al mismo tiempo recuperar crecimientos y rentabilidades conseguidas en años
anteriores”.
Por primera vez en veinte años, se registra una caída en los resultados de explotación del sector cerámico español que se prolonga ya durante los últimos tres años. Para la industria española la situación es importante porque el sector de pavimentos y esmaltes suma mas de 4.200 millones de euros y 30.000 trabajadores, sobre un total de 11.250 millones de euros y 100.000 trabajadores que supone el total de la industria del vidrio y la cerámica española.
España tal y como han puesto de manifiesto recientes estudios comparativos efectuados entre las industrias de China, Italia y España, dispone aún de algunas ventajas. Los costes industriales medios en España son entre un 20 y un 30% más bajos que en Italia aunque son menores respecto a China y la rentabilidad de nuestras empresas es superior.
En todo caso esto datos hay que tomarlo como indicadores con vistas al futuro inmediato. Es evidente que el modelo de desarrollo europeo se aleja de los sectores basados en la movilización de grandes recursos humanos, energéticos o de materias primas. Así lo reflejan las prioridades de I+D europeas, más orientadas hacia el sector de las telecomunicaciones,
informática o biotecnología, que hacia el sector de los materiales en general y la cerámica en particular, que ocupan lugares muy secundarios.
Parece necesario, por tanto, abrir un debate en profundidad sobre el futuro del sector cerámico. A medio plazo tendremos
que vender no productos sino tecnología, así como alcanzar importantes procesos de diversificación industrial. Pero las soluciones no son fáciles y en todo caso van a requerir el concurso de todas aquellas entidades y asociaciones que actúan en el campo de la cerámica.
En noviembre tendrá lugar, en la ciudad de Manises, el XLIII Congreso Anual de la SECV. Con anterioridad se celebrará el de la Asociación de Técnicos Cerámicos y en primavera del próximo año se celebrará una nueva edición de Qualicer. Serán buenas ocasiones para crear foros de discusión entre todos las entidades implicadas y buscar soluciones que beneficien a todos.