Calidad Y Control En La Industria Del Vidrio

El pasado día 20 de enero se celebró en los loca-les de la SECV una reunión monográfica sobre «Calidad y control en la industria del vidrio», organizada por la Sección de Vidrio de la Sociedad en colaboración con la Unión Científica Continental del Vidrio, organización a la que pertenece nuestro país.
Posiblemente el concepto que más ha conmocionado la gestión de las empresas en los últimos años ha sido la Calidad. Del tradicional control de la calidad del producto, se ha pasado a los sistemas de aseguramiento de la calidad de la empresa. Del concepto simple de calidad del producto a un enfoque de aproximación progresiva a la máxima satisfación del cliente.
Los impulsores de la calidad vaticinan que el siglo XXI será el siglo de la calidad. Las exigencias de calidad suelen disminuir en los períodos de escasez y, por el contrario, aumentar en los periodos de abundancia de la oferta. De ahí que la evo-lución del concepto de calidad y de su importancia ha seguido la evolución de la economía.
La calidad es intrínseca a la evolución humana y está conectada directamente con la modernidad. La supervivencia de las empresas en un espacio geográfico sin fronteras, pone en interrogante los modos de gestión convencionales y jerarqu izados. Los más competitivos han superado la visión taylorista e incorporado filosofías de gestión en las que la motivación humana juega un papel fundamental.
En el entorno actual de la economía aparece el concepto de Calidad Total, desarrollado ya en los años 50 por Feigenbaum, como una nueva forma de entender la calidad y de gestionar las empresas. La gestión de la Calidad Total, o los sistemas de mejora continua, está demostrando permanente-mente la superioridad de los líderes. Pero este cambio de cultura es lento y es necesario trabajar día a día hasta que la gestión de la calidad sea un hecho cotidiano en toda la empresa. La norma ISO 9001 establece los criterios para el aseguramiento de la calidad y está dirigida a evitar la aparición de defectos y, en caso de que estos se produzcan, buscar la causa que los ha generado para evitar su reproducción.
Como ya comentamos en nuestro editorial anterior, la Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR) es el organismo que cana-liza todos los aspectos de normalización y certificación en nuestro país. A través de las cuatro Marcas AENOR más importantes, que se ponen al ser-vicio de la industria española, se certifica, entre otras cosas, la calidad, seguridad y aptitud de los productos, el sistema de aseguramiento de la cali-dad de la empresa, la seguridad de determinados productos para circular por los mercados europeos y que los productos cumplan los criterios ecológicos exigidos. Hay que resaltar que detrás de una marca certificada hay una norma UNE que la respalda. Sin embargo, no todas las normas dan lugar a certificaciones.
El vidrio como producto está presente en AENORatravésdedoscomitéstécnicos: El Comité Técnico 43 Industrias del Vidrio y el Comité Técnico 126 Envases de Vidrio. A su vez el CT43 está compuesto por siete grupos de trabajo dedicados a los temas de Anteojería, Vidrio Plano, Vidrio de Laboratorio, Tubo de Vidrio, Fibra de Vidrio y Nomenclatura y Terminología. Y el CT126 lo inte-gra tres grupos dedicados a la normalización de Botellas de Vidrio, Envases y Bocas. Ambos comités de normalización deben adaptar aquellas nor-mas internacionales procedentes de organizaciones en donde AENOR es miembro activo, como son el Comité Europeo de Normalización (CEN) y la Organización Internacional de Normalización (ISO). También en dichos grupos de trabajo se crean nuevas normas tratando de cubrir algunas necesidades de los sectores industriales implica-dos. Pero la realidad actual es bastante compleja dado que, si bien el CT126 se encuentra en plena actividad, sin embargo, el CT43 se encuentra inactivo dada la aparente falta de sensibilidad de la industria vidriera española hacia los temas de normalización y certificación de sus productos, a pesar del interés, antes mencionado, hacia los temas de calidad de la empresa. Día a día, el nivel de exigencia, por parte del cliente, en los productos de vidrio es mayor y si no se quiere perder protagonismo y mercado hay que satisfacer dichas exigencias.
Actualmente solo diez empresas vidrieras españolas están certificadas con la marca AENOR. La mayoría de la pequeña y mediana empresa se encuentran al margen de los temas de normalización y certificación, en contra de las corrientes que actualmente rigen en Europa y en resto del mundo. Si dicha situación no cambia, bien por propia iniciativa de la industria o por ayudas oficiales, sus productos «fuera de norma» quedarán prácticamente escluidos de los mercados internacionales.
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