Avanzar Por Incrementos O Por Descubrimientos Sensacionales


En general, en un laboratorio de I+D+i, en el mundo cerámico en España, se asume el riesgo de lo inmediato. Los objetivos a corto plazo compensan en promedio el esfuerzo y generan un producto cuantificable. En el entorno académico los ciclos suelen venir marcados por los proyectos (generalmente 3 años) y el resultado se determina por el impacto de las publicaciones. En el entorno industrial las ferias comerciales condicionan los ciclos y los resultados se derivan del balance del ejercicio económico.
Parece lógico que ambos actores, académico e industrial, se combinen para formar un único mecanismo: los proyectos científicos dan lugar a los avances del conocimiento que se traducen en productos, que a su vez generan beneficios para volver a alimentar el sistema desde el principio. Sin embargo, no suele ser el camino ni más corto, ni desde luego más practicable, tampoco más practicado, debido a que la mayoría de los eslabones de esa cadena se encuentran aislados. Los distintos partes acometen sus tareas sin conocer las posibles sinergias. Las consabidas dificultades de lenguaje, ambición, inmediatez y otras razones hacen que este esfuerzo resulte en ocasiones baldío.
La política científica comunitaria actual requiere de saltos cualitativos en el conocimiento para avanzar tecnológicamente. La búsqueda de descubrimientos sensacionales es la piedra angular de un espacio común europeo de investigación. El programa europeo tiene un objetivo dirigido al liderazgo de sectores emergentes en nuevas tecnologías sobre la base de grupos de excelencia en investigación. En el camino se quedan las aspiraciones de las empresas de continuar sus incrementos de calidad, producción y beneficios. Todo ello en un contexto cada vez más competitivo, con una fuerte presión de terceros países, en particular asiáticos.
La pregunta que se debe responder es ¿resulta rentable dedicar esfuerzos a la investigación?. La respuesta esta condicionada ya que resulta realmente difícil mantener una posición de liderazgo sin invertir. Ahora bien, los descubrimientos sensacionales no sirven para empresas que solo requieren avances incrementales, aunque dispusieran de ellos, ya que probablemente no son fácilmente comercializables.
El camino está trazado en la colaboración entre los grupos de investigación del mundo académico e industrial. Hay que recorrer un camino en el que los avances incrementales iniciales se traduzcan en futuros avances sensacionales, pero siendo conscientes de que hay que recorrer todo el camino para llegar. Para ello los investigadores deben responder a corto plazo y las empresas deben empezar a planificar a largo plazo.
En la actualidad existen ejemplos de colaboración que están permitiendo a unas pocas empresas del sector cerámico destacar por voluntad propia. La aportación a estos avances de los Centros Tecnológicos es indudable. La participación de los investigadores jóvenes, en su mayoría con formación en centros internacionales, es la clave para encontrar dichos saltos en el conocimiento.
Esta situación es general para todos los sectores cerámicos, pero tiene especial relevancia en el campo de la electrocerámica, en el que progresivamente se concentran los mayores esfuerzos de investigación.
Consciente de esta situación, la Sociedad Española de Cerámica y Vidrio, por medio de su Sección de Electrocerámica, organiza este año, en Castellón y en colaboración con la Universidad Jaume I, la VI Reunión Nacional de Electrocerámica-V Conferencia Latinoamericana, cuyo programa completo se publica en este número del Boletin.