
Arqueometría de materiales cerámicos y vítreos
Técnicas de investigación científica aplicadas al conocimiento y conservación del Patrimonio cultural cerámico y vidriero.
Durante los últimos años se ha producido un desarrollo creciente en el uso de métodos científicos aplicados, tanto en la investigación arqueológica clásica, como en la denominada arqueología industrial. Dentro de los múltiples campos de aplicación, los de la cerámica y el vidrio constituyen un eje central en función de la amplísima distribución temporal y geográfica y la multiplicidad de objetos funcionales, arquitectónicos o suntuarios que dichos materiales han venido suministrando a la humanidad.
Las técnicas de caracterización de materiales cerámicos y vitreos comenzaron a utilizarse por norteamericanos e ingleses en la década de los 50, tras comprobar que había problemas como los orígenes o procedencia de los materiales prehistóricos o sus procesos de manufacturación, que no podían resolverse desde planteamientos puramente arqueológicos sin la ayuda y apoyo de otras disciplinas. En los años 70, otra serie de países como Francia, Italia o Alemania comienzan a aplicar en sus programas de investigación arqueológica técnicas analíticas.
La tradición arqueológica anglosajona, muy relacionada con los estudios antropológicos y muy interesada en valorar los aspectos del comporta-miento social, se interesó desde el principio en la reconstrucción de los patrones de comercio e intercambio de las sociedades del pasado a través de la caracterización de sus productos cerámicos y vitreos, muy asociados a la disponibilidad de materias primas, sus pautas de distribución, la información etnográfica y el análisis de los cambios técnicos que sucesivamente se iban desarrollando.
A lo largo del tiempo el numero y sofisticación de las técnicas empleadas ha ido en aumento. A las convencionales técnicas de análisis mineralógico y textural: difracción de Rayos X, microscopía óptica, electrónica de transmisión y/o barrido, se han ido incorporando técnicas analíticas como Activación neutrónica, espectrometrías de emisión optica, plasma de acoplamiento inductivo, fluorescencia de rayos X, emisión de rayos X y gamma inducida por protones etc,. Otras técnicas de caracterización incluyen el análisis térmico, dilatometría, espectroscopia Mössbauer o infrarroja. Técnicas todas ella habituales en Ciencia de Materiales.
Toda esta actividad se ha ido traduciendo en una cada vez más floreciente actividad científica expresada en el creciente numero de revistas y congresos en los que la comunidad científica expresa sus resultados.
Tras la publicación en 1958 del primer n- de la revista Archeometry, vale la pena reseñar la publicación por la American Ceramic Society, a partir de 1985 y bajo la dirección de W.D. Kingery de varios volúmenes de la serie Ceramics and Civilization. La simple lectura de los enun-ciados de las diferentes publicaciones: Ancient Technology to Modern Science (Vol I, 1984) hasta el más reciente The Social and Cultural Contexts of New Ceramic Technologies (Vol VI, 1992), ilustran claramente la amplitud y actuali-dad de este campo de estudio. Otros datos que confirman el creciente interés son los Congresos bianuales organizados a partir de 1998 por la Materials Research Society editados en Materials Issues in Art and Archaelogy; la publicación a partir de 1987 de Archeomaterials o los más de 150 trabajos presentados en la sección Our Ceramic Heritage en el último CIMTEC celebrado en Florencia en junio del presente año. En el campo del vidrio y a partir de 1986 se incluyen en los Congresos Internacionales del Vidrio seccio-nes especiales dedicadas específicamente a Arqueometría. Igualmente desde dicha fecha existe un Comité de Arqueometría dentro de la International Commision on Glass.
En España los estudios de caracterización arqueo-métrica de materiales cerámicos y vitreos han tenido un desarrollo más tardío. Hasta mediados de los años 70 no aparecen las primeras publicaciones, pero habrá que esperar hasta los 80 para que el empleo de técnicas analíticas empiece a tomar carta de naturaleza en este país. Desde el punto de vista de los materiales cerámicos, la intensidad de los trabajos se centra en las cerámicas neolíticas y, paradójicamente, decae a medida que avanza el horizonte temporal considerado. No existe un tra-bajo sistemático sobre las Edades del Bronce y del Hierro, a excepción de los trabajos sobre cerámica ibérica.
Resulta importante destacar como, en la arqueología clásica y medieval, períodos en los cuales existe una rica y variada evidencia directa de su producción cerámica a través de restos de hornos y talleres, todavía no se ha iniciado de forma generalizada la caracterización técnica de sus producciones. Una situación semejante se da en el floreciente período renacentista. Está aún por hacer el estudio de las bases técnicas de la época dorada de la cerámica española y las conexiones entre el foco andaluz, mediterráneo y castellano. Una situación semejante ocurre en los estudios sobre la revolución técnica y comercial que supusieron la introducción de la porcelana o el gres a lo largo del siglo XVIII.
Sin embargo, algo se está moviendo en la comunidad científica e historiadora española. Los contactos entre Laboratorios especializados y Departamentos de Arqueología e Historia empiezan a cristalizar. Uno de los más importantes respaldos a esta iniciativa debería proceder de la importante actividad museística y restauradora que se está generan-do en torno a las comunidades autónomas y locales con el fin de recuperar y conservar el patrimonio cultural. La importancia de esta tarea desborda su determinante papel cultural, el volumen de recursos económicos que requieren la restauración y la conservación de dicho patrimonio va parejo a la importancia de los recursos económicos que genera el fenómeno turístico al que sirve de apoyo. Bastaría con mencionar el problema de nuestras catedrales para entender la magnitud y globalidad del problema. La solución de problemas como el mal de la piedra, la restauración de vidrieras o paramentos cerámicos pasa por el conocimiento de las materias primas y los procesos de fabricación que fueron utilizados. Esa tarea requiere la utilización de conocimientos y técnicas analíticas cada vez mas complejas.
La riqueza de nuestro patrimonio debe permitir a los investigadores españoles trabajar «in situ» en la aplicación de sus conocimientos. Aún cuando existen notables problemas metodológicos y sea necesario insistir en que las técnicas de caracterización no son un fin en si mismo, si no se integran en el marco más amplio de entender el papel que el empleo de la cerámica y del vidrio ha supuesto en la conformación de las sociedades, es claro que debe abrirse el camino para una mayor colaboración interdisciplinar. La Sociedad Española de Cerámica y Vidrio, con la edición de este número especial intenta acercarse al problema y ofrecer su colaboración a los diferentes grupos e instituciones implicados en el mismo. En este sentido, sin ánimo de ser exhaustivos, presentamos una muestra de las distintas iniciativas que se vienen desarrollando desde el campo de la investigación, la museística o la educación.
Técnicas de investigación científica aplicadas al conocimiento y conservación del Patrimonio cultural cerámico y vidriero.
Durante los últimos años se ha producido un desarrollo creciente en el uso de métodos científicos aplicados, tanto en la investigación arqueológica clásica, como en la denominada arqueología industrial. Dentro de los múltiples campos de aplicación, los de la cerámica y el vidrio constituyen un eje central en función de la amplísima distribución temporal y geográfica y la multiplicidad de objetos funcionales, arquitectónicos o suntuarios que dichos materiales han venido suministrando a la humanidad.
Las técnicas de caracterización de materiales cerámicos y vitreos comenzaron a utilizarse por norteamericanos e ingleses en la década de los 50, tras comprobar que había problemas como los orígenes o procedencia de los materiales prehistóricos o sus procesos de manufacturación, que no podían resolverse desde planteamientos puramente arqueológicos sin la ayuda y apoyo de otras disciplinas. En los años 70, otra serie de países como Francia, Italia o Alemania comienzan a aplicar en sus programas de investigación arqueológica técnicas analíticas.
La tradición arqueológica anglosajona, muy relacionada con los estudios antropológicos y muy interesada en valorar los aspectos del comporta-miento social, se interesó desde el principio en la reconstrucción de los patrones de comercio e intercambio de las sociedades del pasado a través de la caracterización de sus productos cerámicos y vitreos, muy asociados a la disponibilidad de materias primas, sus pautas de distribución, la información etnográfica y el análisis de los cambios técnicos que sucesivamente se iban desarrollando.
A lo largo del tiempo el numero y sofisticación de las técnicas empleadas ha ido en aumento. A las convencionales técnicas de análisis mineralógico y textural: difracción de Rayos X, microscopía óptica, electrónica de transmisión y/o barrido, se han ido incorporando técnicas analíticas como Activación neutrónica, espectrometrías de emisión optica, plasma de acoplamiento inductivo, fluorescencia de rayos X, emisión de rayos X y gamma inducida por protones etc,. Otras técnicas de caracterización incluyen el análisis térmico, dilatometría, espectroscopia Mössbauer o infrarroja. Técnicas todas ella habituales en Ciencia de Materiales.
Toda esta actividad se ha ido traduciendo en una cada vez más floreciente actividad científica expresada en el creciente numero de revistas y congresos en los que la comunidad científica expresa sus resultados.
Tras la publicación en 1958 del primer n- de la revista Archeometry, vale la pena reseñar la publicación por la American Ceramic Society, a partir de 1985 y bajo la dirección de W.D. Kingery de varios volúmenes de la serie Ceramics and Civilization. La simple lectura de los enun-ciados de las diferentes publicaciones: Ancient Technology to Modern Science (Vol I, 1984) hasta el más reciente The Social and Cultural Contexts of New Ceramic Technologies (Vol VI, 1992), ilustran claramente la amplitud y actuali-dad de este campo de estudio. Otros datos que confirman el creciente interés son los Congresos bianuales organizados a partir de 1998 por la Materials Research Society editados en Materials Issues in Art and Archaelogy; la publicación a partir de 1987 de Archeomaterials o los más de 150 trabajos presentados en la sección Our Ceramic Heritage en el último CIMTEC celebrado en Florencia en junio del presente año. En el campo del vidrio y a partir de 1986 se incluyen en los Congresos Internacionales del Vidrio seccio-nes especiales dedicadas específicamente a Arqueometría. Igualmente desde dicha fecha existe un Comité de Arqueometría dentro de la International Commision on Glass.
En España los estudios de caracterización arqueo-métrica de materiales cerámicos y vitreos han tenido un desarrollo más tardío. Hasta mediados de los años 70 no aparecen las primeras publicaciones, pero habrá que esperar hasta los 80 para que el empleo de técnicas analíticas empiece a tomar carta de naturaleza en este país. Desde el punto de vista de los materiales cerámicos, la intensidad de los trabajos se centra en las cerámicas neolíticas y, paradójicamente, decae a medida que avanza el horizonte temporal considerado. No existe un tra-bajo sistemático sobre las Edades del Bronce y del Hierro, a excepción de los trabajos sobre cerámica ibérica.
Resulta importante destacar como, en la arqueología clásica y medieval, períodos en los cuales existe una rica y variada evidencia directa de su producción cerámica a través de restos de hornos y talleres, todavía no se ha iniciado de forma generalizada la caracterización técnica de sus producciones. Una situación semejante se da en el floreciente período renacentista. Está aún por hacer el estudio de las bases técnicas de la época dorada de la cerámica española y las conexiones entre el foco andaluz, mediterráneo y castellano. Una situación semejante ocurre en los estudios sobre la revolución técnica y comercial que supusieron la introducción de la porcelana o el gres a lo largo del siglo XVIII.
Sin embargo, algo se está moviendo en la comunidad científica e historiadora española. Los contactos entre Laboratorios especializados y Departamentos de Arqueología e Historia empiezan a cristalizar. Uno de los más importantes respaldos a esta iniciativa debería proceder de la importante actividad museística y restauradora que se está generan-do en torno a las comunidades autónomas y locales con el fin de recuperar y conservar el patrimonio cultural. La importancia de esta tarea desborda su determinante papel cultural, el volumen de recursos económicos que requieren la restauración y la conservación de dicho patrimonio va parejo a la importancia de los recursos económicos que genera el fenómeno turístico al que sirve de apoyo. Bastaría con mencionar el problema de nuestras catedrales para entender la magnitud y globalidad del problema. La solución de problemas como el mal de la piedra, la restauración de vidrieras o paramentos cerámicos pasa por el conocimiento de las materias primas y los procesos de fabricación que fueron utilizados. Esa tarea requiere la utilización de conocimientos y técnicas analíticas cada vez mas complejas.
La riqueza de nuestro patrimonio debe permitir a los investigadores españoles trabajar «in situ» en la aplicación de sus conocimientos. Aún cuando existen notables problemas metodológicos y sea necesario insistir en que las técnicas de caracterización no son un fin en si mismo, si no se integran en el marco más amplio de entender el papel que el empleo de la cerámica y del vidrio ha supuesto en la conformación de las sociedades, es claro que debe abrirse el camino para una mayor colaboración interdisciplinar. La Sociedad Española de Cerámica y Vidrio, con la edición de este número especial intenta acercarse al problema y ofrecer su colaboración a los diferentes grupos e instituciones implicados en el mismo. En este sentido, sin ánimo de ser exhaustivos, presentamos una muestra de las distintas iniciativas que se vienen desarrollando desde el campo de la investigación, la museística o la educación.
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